Hoy en día cualquier aficionado al fútbol y a los videojuegos es capaz de jugar al FIFA sin ningún problema. Desde que allá por el año 2007 la franquicia se situara definitivamente por delante de su competidor, Pro Evolution Soccer, los jugadores han podido disfrutar de distintos modos de juego. En este artículo nos centraremos en uno relativamente nuevo que existe desde el FIFA 10 en su versión online: Clubes Pro.
La mecánica de este modo de juego es muy sencilla: creas tu jugador, eliges sus condiciones físicas, buscas amigos con los que jugar y compites junto a ellos manejando cada uno un único futbolista. A continuación, voy a comentaros alguno de los aspectos más importantes para tener en cuenta.
La media
Cuando comienzas a jugar y en función de los puntos que tengas por haber jugado a ediciones anteriores de la franquicia -con los que puedes comprar mejoras para tu jugador- tendrás una media muy baja. Esta media es el nivel de tu jugador en el modo online de Clubes Pro -no aplicable al modo carrera de jugador-, que puede variar desde los 75 puntos hasta los 93 en FIFA 18, aunque cada año las variaciones del juego son diferentes; en el 17 podías alcanzar los 96 como máximo.
Para subir este nivel, que te permitirá mejorar notablemente el rendimiento de tu jugador, así como sus habilidades, sólo tienes que hacer una cosa: jugar partidos. Da igual que sean informales o con tus amigos, lo importante es que los completes. Cuantos más juegues, mejor media tendrás y más puntos de habilidad te darán para poder subir tus skills.
Condiciones físicas
El físico que establezcas para tu jugador es determinante a la hora de competir. Aunque puedes modificarlo siempre que quieras, lo más cómodo para ti y para tu equipo es acostumbrarte a unas determinadas medidas. Si pasas mucho tiempo jugando con unas condiciones físicas y decides cambiarlo, experimentarás dificultades hasta que vuelvas a adaptarte. Como en casi todo en FIFA, la mejor build dependerá de tu posición y estilo de juego, aunque intentaré dar unos consejos generales al respecto:
Portero
Seguramente hablamos de la posición más complicada del modo competitivo de Virtual Pro. Lo más importante para convertirte en un buen portero es la paciencia, pues al principio te costará hacerte con la posición. Si estás bien colocado ganarás mucho, pues es mucho más fácil que tu muñeco haga paradas. Debes ser alto y nunca delgado, pues cuanto más espacio ocupes, mejor; así tendrás más probabilidad de evitar, además, esos goles que tanto gustan a FIFA que pasan por el pequeño hueco entre el brazo y el costado y similares. Una altura del máximo posible, es decir, 1.98, y un peso cercano a los 82kg siempre con cuerpo normal. Es la base para tener una buena agilidad y al mismo tiempo dar garantías en los balones aéreos.
Defensa central
Otra de las posiciones en el campo más complicadas. En esta edición del videojuego decidieron fomentar el juego de toque y por tanto debes preparar a tu personaje para contrarrestarlo. Refiriéndonos únicamente a condiciones físicas, debes ser extremadamente alto para lidiar con los delanteros; entre 1.92 y 1.98m y rondando los 90kg. Cuanta más altura y peso, menos velocidad, pero ganarás enteros en los balones altos y a la hora de meter cuerpo a un rival o bloquear disparos, algo fundamental en el meta.
Edita tu posición en función de tus gustos.Lateral
Debes ser más menudo que el central, pudiendo ganar en velocidad a los extremos más rápidos que te encuentres. Lo ideal es estar en una altura entre 1.75 y 1.80m, inferior o superior según tu estilo de juego, y en 72 kg de peso. Con más altura perderás los duelos en velocidad y no te garantizará salir victorioso en las pugnas aéreas.
Centrocampista defensivo
Es fundamental que los centrocampistas defensivos y mediocentros sean grandes. Para que lo entendáis, hacen falta Pogbas y no Kantés, ni mucho menos Iniestas. De nada sirve un jugador muy técnico que sea inútil en el cuerpo a cuerpo o a la hora de proteger el balón. FIFA 18 permite jugar mucho con el cuerpo y los mediocentros son fundamentales en esta labor. Conviene adaptar tu jugador en medidas cercanas al 1.90m, concretamente entre 1.86 y 1.92. En ese intervalo juegas con la variación de la velocidad y fuerza en función de la altura y peso. Con un buen equilibrio entre ambas conseguirás tener una potencia y velocidad superior a 80 y serás un duro hueso en el cuerpo a cuerpo.
Puedes editar tu altura y peso mientras ves como varían tus stats.Centrocampista ofensivo
Aquí sí. Aquí puedes hacer un jugador más menudo y técnico, sin caer en el vicio de muchos jugadores de pretender crear un Leo Messi. Los jugadores más bajitos tendrán más movilidad y agilidad tanto para ofrecerse como a la hora de dar los pases y por tanto mejorarán en precisión y rango, pero será mucho más difícil que ganen ante un central o mediocentro corpulento en un balón dividido. Mi consejo en este caso es rondar el 1.75m, preferiblemente por debajo. El peso alrededor de los 70 kg para sentirte más libre a la hora de jugar la pelota. Sin embargo, en función del estilo de juego hay jugadores ofensivos más toscos y contundentes e incluso algunos que no llegan al 1.70m, con una visión de juego y un nivel de pase altísimo.
Delantero
En esta categoría introduzco tanto a extremos como a puntas. Los extremos suelen ser de menor altura para ganar en velocidad sin perder demasiado cuerpo. Una de las mejores builds es 1.82m y 79 kg, algo que te otorga la posibilidad de ganar a casi todos los laterales y de ser incluso mejor en velocidad.
Los delanteros, especialmente si juegan como único punta, necesitan algo más de altura. Tendrán una buena velocidad y podrán vencer en duelos individuales y aéreos contra los centrales que, como ya he comentado, serán siempre al estilo de Gerard Piqué. 1.87m y 79kg te permitirá ser rival en todas las facetas del juego, con posibilidad de crecer un poco hasta los 1.89m y 82kg.
En definitiva, estos consejos sirven para hacerte una idea, pero la mejor forma de saber lo que buscas es probarlo por ti mismo. Lo más importante es encontrar tus medidas ideales y ser consciente de que no puedes abarcar todas las facetas del juego a la perfección.